Martes, 24 Diciembre 2019 05:17

VILLANCICOS Y CANTOS TRADICIONALES COLONIALES GUATEMALTECOS

Escrito por

Cantos tradicionales coloniales guatemaltecos

 

Guatemala es un país rico en cantos tradicionales, muchos de ellos se han ido perdiendo con el tiempo, debido a la falta de uso y sobre todo el uso de cantos y villancicos extranjeros.

Muchos de estos cantos tienen su origen en la colonia y la mayoría son anónimos o se desconoce al autor; rescatarlos y publicarlos puede colaborar en fomentar su uso, rescatar la memoria de los autores y rescatar el patrimonio cultural y religioso en Guatemala.

De ser posible se enlazó un hipervínculo en donde se ha grabado la canción aunque no sea la versión tradicional.

 

 

 

 

Óleo sobre tabla, de la iglesia de San Juan El Obispo, Antigua Guatemala. Anónimo, 1619.  Imagen Prensa Libre

Óleo sobre tabla, de la iglesia de San Juan El Obispo, Antigua Guatemala. Anónimo, 1619.

Imagen Prensa Libre

 

 

LAS POSADAS

(se toca la puerta)

Adentro

Diga quien quiera que sea

desde allí que se le ofrece

porque aquí no se acostumbra

abrir a todos la puerta.

 

Afuera

Dos cansados peregrinos

a tus puertas llegan hoy

y piden, que una posada

le déis por amor de Dios.

 

Adentro

En ese caso, Señores,

bien sabéis que es menester

exigir de las personas

su nombre sigán cual es.

 

Afuera

Soy José que con María

piden un corto alojamiento

para que en éste dé a luz

un celestial embeleso.

 

Adentro

Desconozco tales nombres

por lo que digo a ustedes

que pregunten donde se halla

el hospicio de Belén.

Afuera

No querréis a tanta dicha

privaros con impiedad

negándole la posada

al que os viene a rescatar.

Adentro

Entrad pues Divina Reina

entrad ilustre José

que ya alcanzo que tu esposa

nos ofrece al Dios de Israel.

Afuera

Dios pague señores

vuestra caridad

y así os colme el cielo

de felicidad.

 

 

Adentro

Dichosa la casa

que abriga este día

a la Virgen pura

la Hermosa María.

 

 

DESPEDIDA DE LAS POSADAS

Este canto se entona al salir la posada de la casa que acogió a los señores peregrinos

 

Sigamos esposa mía

nuestra misión celestial

pues ya se aproxima el día

del consuelo universal.

 

Pueblo:

 

Nuestra dicha en la ocasión

explicarla no podemos

más desde hoy ofrecemos

alma, vida y corazón.

 

Adiós rebaño querido

del más celoso Pastor:

poned en Jesús amor:

y echad el mundo al olvido.

 

De virtudes bien sabéis

es la piedra la primera

tenedla, pues verdadera

y jamás nos olvidéis.

 

Sea vuestra devoción

a la par de vuestro celo

para que alcancéis del cielo

el auxilio y protección.

 

Vamos muy agradecidos

de vuestra hospitalidad

y en recompensa esperad

ser en el cielo admitidos.

 

 

ALABADOS DE NAVIDAD

Villancicos Guatemaltecos navideños

A Rorro Niño

 

A la ro ro Niño

a la ro ro ro,

duérmete bien mío

duérmete mi amor.

 

 

Desnudo en las pajas

dormidito está,

quien creó las estrellas

y a sus pies brillar.

 

Hermoso lucero

A venido a anunciar

Y magos de oriente

buscando le van

 

En lecho de pajas

heladito está

llorando de frío,

¡que frío tendrá!

 

Y su madre hermosa

que cantando está

llorará también

al verlo llorar.

 

Noche venturosa

noche de alegría

bendito la dulce

Divina María.

 

Coros celestiales

con su dulce acento

canten la ventura

de este nacimiento.

 

De los soberanos

tú dueño y Señor

naces entre pajas

sólo por amor.

 

Cándido cordero

celestial pichón

te ofrezco el abrigo

de mi corazón.

 

Los amantes brazos

de una Virgen Santa

son los que te sirven

de primera cama.

 

Duerme. Niño amado

duerme, tierno Niño

sírvate de cuna

mi filial cariño.

 

Tu preciosa sangre

con divino amor

en rescate ofreces

por el pecador.

 

Cierre esos ojitos

de color de cielo

que son de los hombres

amparo y consuelo.

 

Salve Niño amante

que con tierno celo

a salvar al hombre

bajaste del cielo.

 

Dichoso mil veces

el pueblo cristiano

que te reconoce

por su soberano.

 

 

 

AL NINO DIOS  –Venid Pastorcillos–

 

Venid pastorcillos

venid a adorar

al Rey de los Cielos

que ha nacido ya.

 

Un rústico techo

abrigo le dá,

por cuna un pesebre

por templo un portal.

 

En lecho de pajas

desnudito está

quién ve las estrellas

a sus pies brillar.

 

Hermoso lucero

les vino a anunciar

y los Magos de Oriente

buscándole van.

 

Delante se postran

del Rey de Judá

de incienso, oro y mirra

tributo le dan.

 

Sin ricas ofrendas

no temáis llegar

que el Niño agradece

la fe y voluntad.

 

Del campo las flores

gratas le será

al que con su risa

las nace brotar.

 

Su madre en los brazos

meciéndole está

y quiere dormirle

con dulce cantar.

 

Un ángel responde

al mismo compás

gloría en las alturas

y en la tierra paz.

 

Humilde se acerca

un lindo rapaz

que en las aguas puras

bebió del Jordán.

 

Jesús le contempla

con alegre faz

y un manso cordero

principia a balar.

 

Con alma y con vida

volemos allá

que Dios, Niño y pobre

nos acogerá.

 

Los brazos nos tiende

con grato ademán

¡Llegad! nos repite

su voz celestial.

 

 

 

MI MANUELITO -Celebre el Orbe-

 

Este canto es entonado el 2 de febrero al terminar la novena al niño Dios.

 

Celebre el orbe

con gran contento

el nacimiento

del Niño Dios.

 

Divino infante

mi corazón

te ofrece humilde

esta canción.

 

                               Adios, Adios.

 

¡Ay! quién creyera

Dios infinito

que habías de hacerte

por mi amor: Niño.

 

Alarururu

ru ru rurrurrito

dueño de mi alma

mi Manuelito.

 

Pues por mi amor,

tan tiernecito

nacer quisiste

mi Manuelito.

 

¡Ay! dulce amante

¡Ay! Manuelito.

Como en tu cuna

duerme chiquito.

 

Ven a mis brazos

mi chiquito

para arrullarte

mi Manuelito.

 

Que en el alma mía

tan rendidito

amoroso duerma

mi Manuelito.

 

¡Oh! Virgen Madre

haz que contigo

tu Santo Esposo

le cante al Niño.

 

Oye tú siervo

esclavo a indigno

haz que a la ru ru

cante contigo

 

Postrados pedimos

tu bendición

y de nuestras culpas

también perdón.

 

Venid mortales

con tu rebaño

a decirle al Niño

hasta el otro año.

 

 

Adiós Niño Hermoso

bajado del cielo

adiós ya vamos

llenos de consuelo.

 

Adiós, bien mío

adiós, chiquitito

adiós, adiós

mi Manuelito.

adiós, adiós

mi Manuelito.

 




Julio David Menchú

Es profesor de Historia por la Universidad de San Carlos de Guatemala. Le gusta enseñar Historia para cambiar paradigmas, y ya son 14 años dedicados a este oficio. Investigador por afición, y para no oxidarse en el tema.
Sus intereses radican en la enseñanza y aprendizaje de la Historia, la Espiritualidad Maya, Historia de las Mentalidades y Micro-Historia.